google.com, pub-5482865275048270, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La libreta dorada : junio 2015

Guardando secretos del pasado

Madera, cristal, hierro, una cubierta de teja árabe guardando secretos del pasado, la calzada, ésta aunque en malas condiciones, pues sigue guardando el paso original, aquel que en su tiempo acogía animales de tiro, paso de rebaños y soñadores caminantes admirando un paisaje difícil de describir por su belleza.
Al otro lado de ésta, la libertad se abre paso desde el principio de los tiempos, asentada y consolidada como la auténtica e insustituible inquilina natural.
Cuanta vida habrá visto estos parajes frescos, cuantos amores y desamores, cuantas luchas feroces, sangrientas, cuanta humildad, cuanta paz. 
Irremplazable desde la brizna hasta el más poderoso Mugo, gigantes, enanos, todos ellos conforman una magia  con una belleza tal, que es indescriptible. 
Y todo frente a mí, me acojona su fuerza.
Puedo escuchar el sonido de la vida, el alma de la naturaleza como sortea inagotable y desafiante, todos y cada uno de sus obstáculos.
Al otro lado del valle las praderas en su máximo esplendor, dejan entrever tímidamente quien gobierna, quien regenta, quien manda sobre el abrupto paisaje…
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Don Jaime, con sus caballerías ornamentadas agudizando sobre el paisaje, estrategias de futuras defensas. 
Mientras, el pueblo minero avanzaba en la explotación para sustento de familias, cuyo destino era además, el de proteger el reino de futuros invasores en estas tierras de gran belleza a la vez que áridas.
Esto ocurría en primavera, cuando los campos desprenden a borbotones esa magia que enamora al hombre actual, pero que en aquella época era lo más normal para un ser que apenas si había comenzado a caminar…

(Y así describe Jacob el amor por su tierra antes de entrar en lucha por su libertad).

“Aquí nací y sé que mi alma, este donde este si muero, regresará y querrá ser nieve y querrá ser viento y lluvia, para así alimentar el ciclo natural de la vida, como debe ser. Pero mientras tanto lucharé a mi manera, por mi gente y al lado de ésta, hombro con hombro. Porque aquí nací y aquí será donde mi alma repose… en libertad”
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Uno puede imaginar lo que desee, escribir sobre lo que más le guste, pero si a esto le añades tenerlo frente a ti, ser espectador privilegiado utilizando todos los sentidos, incluso los ocultos que poseemos, les puedo asegurar que esa belleza de tal dimensiones, no se puede explicar sobre papel. 

© Jesús Roqueta 2015 ©


Guardando secretos del pasado Valdelinares



Conversaciones en un mundo de mudos

“No hay nada más paciente en este mundo que la vida misma”
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Bajaba por la calle achuchando el poco ánimo que le quedaba.
Una mirada, un saludo levantando la mano, sin pausa, pues las conversaciones en un mundo de mudos, sirven de poco.
¿Distracción?...
Poca y mucha, poca, la monotonía de lo que veía a diario, ésta, siempre repetitiva, como si se hubiese clonado el tiempo, una y otra vez.
Mucha, ésta había pertenecido a otra época, a otra vida muy diferente.
Corría ese turno en el cual los árboles desnudan sus almas sabedoras de que pronto les tocará irse a dormir, sin temor, con esa rutina bien conocida esperan pacientes.
Bajaba por la calle achuchando el poco ánimo que le quedaba, arropado por el frío de la madrugada y rodeado de belleza, inmensa, atiborrada de vida.
Un saludo levantando la mano, acompañado de esa mirada, mirada de amistad, mirada de complicidad…
de recuerdos. Quién sabe.
Es el momento, simple, amable, sin tapujos y lejos de cualquier preocupación inventada para distorsionar lo que no se ve.
Qué bonito es lo que no se puede ver, y no sé por qué, esto fue lo que divagó, imaginó que escribía poemas que nadie entendería y le daba igual. Pensaba que poco a poco el sigilo perdía ese tren de una confianza que presenta cada madrugada.
Ahora comenzaba a entender y sentía más que nunca aquel adiós, el cual quedó tras la puerta del amor y de un sentimiento de temor, por perder, por una llama que poco a poco se apagaba.
Y se marchó… Pero volvió para sentirse de nuevo arropado por ella, por su frescura, por su amabilidad… porque da la vida y porque todos somos sabedores que al final de la calle,

nos encontraremos y nuevamente seremos uno.

© Jesús Roqueta 2015 ©

El camino de la vida



Niña de los ojos grandes

Me llevará algún tiempo, lo sé, lo sé porque en otras ocasiones me sucedió, buscaba una solución y al final ella dio conmigo. Por esto y por muchas otras situaciones, me pongo en marcha y me preparo. Conocedor y especializado, como un atleta antes de una importante competición, igual, porque así y sólo así, estaré seguro de que esta vez, daré yo con ella antes de que ella de conmigo. Esta vez no voy a improvisar, no voy cometer el mismo error que en otras ocasiones cuando el destino hizo anticipar mis intenciones, se trata de algo más que una contienda por la cual se que debo luchar, se trata ya de algo personal. Y no pienso parar hasta lograrlo.

Niña de los ojos grandes, 
porque me miras tan triste si iluminas todo aquello que tocas con tan solo tu presencia. 
Vas con tus trenzas doradas 
ilusionada con ese atardecer juvenil que tanto me encanta, 
correteas sin darte cuenta que mis miradas y mi letra van dedicadas a ti.
Niña de los ojos grandes, 
actúas fulgente como estrella en un firmamento inalcanzable, lo sabes pero no quieres reconocerlo, 
¿por qué tienes miedo?, 
si lo único que deseo de ti es pintarte sobre la piel 
poemas de caricia, 
tal cual eres, 
como a mi me gusta que seas.
Niña de los ojos grandes, 
si eres la dueña de mis sueños, 
esos en los que tan solo somos uno y nuestras miradas son las que conversan para contagiar nuestros corazones de alegría, 
para así llenarnos de amor intensamente como dos desconocidos. 
Niña de los ojos grandes, 
agasajados rasgamos ese pacto y desde esa clandestinidad, 
nos susurramos los placeres mas prohibidos, 
para poder robarnos la dicha, 
el regocijo, 
ese que termina siendo mutuo y que hace que nuestras almas en el punto mas sensible, 
nos haga inseparables hasta elevarnos. 

© Jesús Roqueta 2015 ©





Enamorados


Ignorancia y cruda realidad

Mierda de saber...!!!
Con lo feliz que se vive dentro de esa ignorancia limitada, en la que muchas veces buscamos solo para no dar con la cruda y jodida realidad. La llamamos a voces para que permanezca a nuestro lado, contra mas tiempo mejor, porque lo deseamos así, porque somos sabedores de que la vida da demasiadas vueltas, tantas que al final acabamos envueltos en una pasión engañosa. Pero aún así la deseamos, porque amamos de verdad.
Pero todo igual que comienza, termina, llegamos a ese punto de tal fatalidad, ese que ya se hace insoportable... aún con esto, tratamos de averiguar si queda tan solo un resquicio, por minúsculo que este sea, nos aferramos a él.
Que pena, aún en este último suspiro de frialdad, intentamos acariciar el poco o mucho amor que nos queda. Defraudados, bien porque aquella pasión de antaño ya no tiñe nuestro corazón o porque con mis pocas fuerzas, no soy capaz de reconquistar tus labios para que estos arruguen la piel y me muestren en grata sonrisa, si te importo...
No intercambiamos habla,  porque somos sabedores de que esto, lo nuestro, nuestro jardín, el cual un día mimamos con cariño y cuidamos haciendo un juramento eterno, toca a su fin.
No voy a llorar tus lagrimas, porque con las mías, tengo suficiente, aunque simplemente tan solo me quedaré con lo mejor, los recuerdos de ti y de mí, con esto satisfaré los deseos de saber que un día fuimos felices.
Ahora es el momento de volver a levantar la mirada y otear el horizonte, buscando primero de todo esa paz interior que todos tarde o temprano necesitamos, luego... 
volver a ser feliz...

"En la vida, lo mejor, durante y al final, pues lo único que nos queda es arropar con cariño todo lo bueno vivido."

© Jesús Roqueta 2015 ©






El silencio se lo lleva el tiempo

Por fin y como aire puro, deseosa de libertad, contenta, alegre, sincera, se despide como si nada, apartando de su lado, errores de un pasado, que "como no", fue mejor... Aprendió que siempre el silencio, se desvanece y se lo lleva el tiempo para no regresar.
Entre imágenes borrosas desfilando vehemente, va por el sendero, -aún la retengo en mi retina, como una imagen gratificante rebosando en todo su alborecer, transmitiendo júbilo-.
Sin duda el amor había llamado a su puerta, no golpeando con un flechazo inesperado, sino con suaves caricias de mimo, la vida hacía un hueco, el justo para que su corazón se sintiera tan cómodo, como una pluma, dejándose llevar por la brisa fresca sobre la canícula.
Mientras, como capitán de un navío derruido frente al oleaje del vigor, con delicadeza trataba de invocar, lanzando salvavidas a todas aquellas penas, que poco a poco sin solución, iban ahogándose tras de mí.
Con lástima, pero con ese tipo de piedad que hace rechinar los dientes, al recordar que las mentiras, superaban al amor cedido a lo largo de toda una vida. Pero de que sirve apenarse, cunado se contempla un devastado mundo en el cual, los sueños invocados se desmoronan uno tras otro, ¿de que sirve?, de nada, no sirve, ya no es de uso, porque todo lo que salga de ahí, saldrá maltrecho, herido, desconsolado, yermo.
Por deseo, todo, lo mejor en tu viaje, tu nuevo viaje, rumbo donde quieras poner y anclar de nuevo esas pasiones que una vez me hicieron creer, pensar en ti, amarte acaparando sentimientos de plena invidencia, esa que no me dejaba ver la cruda e innegable realidad, una de esas verdades que acaba escondida tras un velo traslucido cargado de emociones. Aún así por deseo, lo mejor. Yo me quedo con mi gravado borroso de ti y de mi, de un pasado que "como no", fue mejor...
No te quise por tus sombras,
ni por la luz que desprendías,
te quise porque salía de ese modo,
de mi yo mas profundo,
de mi verdad,
de mi alma blanca.

© Jesús Roqueta 2015 ©

El silencio se lo lleva el tiempo


Quiero la luna mientras duerme

-Quiero que no se apague nuestra luna- 
Quiero que vuelva ese amor verdadero porque sin el estoy perdido, perdido sin causa porque mis pensamientos van destinados todos a el y si no está, no hay nada más que un profundo vacío dentro de mi alma.
Quiero que vuelva para contarle el tacto que tiene la luna mientras duerme las estrellas y se las robo si esta se descuida, porque ella sabe, es entendedora de la vida por eso te pido que me dejes escribir poemas sobre tu cutícula tersa e ir más allá de los límites marcados, por eso quiero más.
Quiero más, quiero conocer de nuevo el sabor y así tratar de saber hacia donde se dirige el vértigo de tu mirada, esa que me transporta a los lugares de tu piel, hasta dejarme extenuado, sin respiración. Luego vuelves y dibujas con fuego, el agradecimiento de un tacto invisible que transmites hasta hacer arder mi alma por completo.
Quiero verte, recorrer cada alabeo y cada rincón de ti, sin llegar a tocarte, solo con la esencia de los murmullos de un amor que aún se ha de fabricar, algo nuevo y distinto, que sea sin prisa, ya que tenemos toda la eternidad para encontrar ese punto tal de conexión, que nos vuelva el alma blanca. 
Quiero el carácter de tus cabellos desprendiendo ese aroma de pasión, pues deseosas mis manos están por acariciarlos, sin tregua, para abrir y hacer nuestros los secretos de la lujuria y desafiante porque sabes que solo la brisa posee el completo derecho de tu roce, mi musa vuelve a mi para requisar el sabor de tus labios y así hacerlos míos. 
-Quiero que se mantenga vivo el fuego de pasión, para que nunca se apague nuestro amor.-
Quiero... Sí, eso.

© Jesús Roqueta 2015 ©




Momentos para reflexionar defectos sinceros

Existen momentos en la vida de uno, en los cuales se debe detener, ese paro necesario para reflexionar sobre la existencia y su tiempo.
En multitud de ocasiones, siempre he sido analista de mis propios defectos y duro crítico a mi propia persona por intentar refinar algo que por naturaleza, formaba parte de mi, no son elogios, cuando lo cierto es que tan solo buscamos en nosotros mismos, soluciones, soluciones a problemas menores para que estos sencillamente, no vayan a más. Soy sabedor, y muchos seguro están de acuerdo que cada persona es un mundo, y complicado es cuando intentamos por todos los medios introducirnos ciegamente en los pensamientos ajenos. En ese intento voluntarioso de querer ayudar, sin darnos cuenta dejamos de lado nuestros más sinceros pensamientos y acabamos por errar en contra nuestra.
-No caer en una tentación de sabiduría incierta, esa que nos haga empequeñecer nuestra mente.-
Se pueden dar infinidad de consejos, siempre por vivencias pasadas, esas que nos ofrece la experiencia, pero antes de hacerlo, procuremos de anticipar los resultados, debemos llegar a conclusiones y solo si estamos seguros entonces lo ofreceremos, porque si este no lo damos puro, sincero y sabio, no dudéis que se nos convertirá en un futuro reproche o algo peor.
Por eso y por una relación sana, en ocasiones es mejor detener el tiempo necesario para reflexionar e intentar no cometer errores, ya que estos al final nos pasaran factura.
-La libertad siempre está en una mente abierta y sin dudas.-
Existen infinidad de temas en los cuales una persona podría en un momento dado, pedir ayuda para ser aconsejado o guiado por terceros. Unos más que otros en una escala se podrían enumerar, por dificultad, sin duda, los amorosos y los de dinero, no los vamos a llamar de otro modo, porque son así. Ambos llevan a la víctima a tal estado de inseguridad, que son capaces de dejarse aconsejar incluso de su peor enemigo y el factor desesperación imprime en ellos movimientos psicológicos que acabaran hundiendo cada vez más al martirizado, hasta hacerlo entrar en una espiral engorrosa de desenmarañar.
-Nadie sabe más sobre uno mismo, que uno mismo.-
Lo mejor, intentar reflexionar sobre algunos defectos propios y ser sincero con uno mismo, no demostrar nada a nadie, simplemente convencernos nosotros mismo y ordenar nuestra mente. Tratar de buscar en los defectos más pequeños una solución, sí, estos podrían ser pasos minúsculos frente a quizá algo desorbitado, porque en nuestra mente no encontramos aún esa salida, pero si atajamos lo que más a mano nos queda en ese momento, habremos avanzado, poco, pero nos habremos movido.
Hacernos preguntas sencillas, aunque parezca una locura, es donde primero debemos buscar, en nuestro interior, ese que sabemos que será capaz, lleguemos a conclusiones y solo así tomaremos el sentido del camino correcto, este poco a poco nos ayudará a vislumbrar contenidos de la raíz de nuestro problema, igual la salida no, pero más cerca la tendremos.
-Jamás perder la esperanza, esta solo la pierde el que nos deja.-

© Jesús Roqueta 2015 ©




Somos unos máquinas

Hola buenos días adjunto envío un saludo y gracias por su atención y colaboración prestada y quedó atento a sus comentarios saludos cordiale...